Reseña
¡Cómo pasa el tiempo...! Esta es la novela número 32 de la serie del Comisario Brunetti, que comenzó en el año 1992. Ese año empecé a leer las obras de Donna Leon, y desde entonces nunca he faltado a la cita cuando ha anunciado un nuevo libro. El comisario, su familia, los policías de la comisaría y Venecia, forman parte de mi cultura literaria.
En esta novela el Comisario Brunetti y su equipo tienen que investigar de quién es la mano y el cuerpo localizados en uno de los canales de Venecia. Junto con los personajes, los lectores caminamos o navegamos por los canales para ir de un lugar a otro de esa preciosa ciudad.
El desarrollo de la trama no pierde un ápice de interés desde la primera página. Brunetti, el inspector Lorenzo Vianello, la comisaria Claudia Griffoni y la signorina Elettra (secretaria del vicequestore Patta), así como los policías de la comisaría, tienen que reunir todas las piezas para resolver el crimen. Guido Brunetti es muy concienzudo a la hora de investigar un crimen, y recaba información de las personas que conocían al inmigrante asesinado, descubriendo situaciones y hechos no previstos.
Una novela policiaca muy interesante, en la que se habla de inmigración ilegal, situación política, personas olvidadas... Brunetti lleva el peso de la trama, aunque siempre le gusta recabar de su mujer Paola su opinión sobre las personas o hechos que forman parte de la investigación y que ambos comentan y reflexionan.
Es una novela que mantiene al lector pendiente de la trama desde el principio, entretenida, y que muestra que Donna Leon sigue teniendo esa fuerza narrativa que tanto me gusta. Recomendable al cien por cien, como toda la serie.