Reseña
Novela histórica ambientada en el reinado del faraón Akenatón, de la dinastía XVIII, conocido como "el faraón hereje" por implantar el monoteísmo y proclamarse como deidad, en contra de la casta sacerdotal que adora al dios Amón. Atón pasó a ser la única deidad que debía recibir los honores, oraciones y ofrendas de los egipcios.
El reinado de este fascinante faraón, casi llevó a su pueblo al desastre completo. A lo largo de la novela vemos la vida en los palacios y las costumbres egipcias. La Gran Esposa Real Tiy, madre de Akenatón y esposa del gran Amenofis III es quien nos cuenta la historia, hasta que ella muere y continúa la narración otro de los personajes.
La creación de una nueva religión, el papel tanto de Akenatón como el de su esposa Nefertiti, la influencia de Tiy y Ay, las intrigas, las mujeres del harén, las desgracias de la familia, las seis hijas de la pareja Real, el nacimiento de Tutankamón, los complots, la relación con otros pueblos cercanos, la importancia de Horemheb... todo y todos, con la relación tan enigmática que tenían entre ellos, hacen de este periodo egipcio uno de los más llamativos e importantes de la historia de Egipto.
Aunque la primera parte de la novela se me ha hecho larguísima (parece que no la ha escrito Pauline Gedge, gran especialista en novelas históricas y en Egipto), poco a poco la trama va cogiendo ritmo y vemos cómo todos los personajes buscan estar en lo más alto, aunque tengan que doblegarse y sufrir las más oscuras intrigas de la corte. Y el Nilo, siempre omnipresente en la vida de los egipcios, y del que dependía la vida de todos ellos.
La historia del Antiguo Egipto me parece fascinante, y esta dinastía es la que más me gusta.