Reseña
Sexta novela de la serie sobre Agatha Raisin, una mujer aficionada a las investigaciones detectivescas. Se jubiló todavía joven y se fue a vivir a una pequeña localidad llamada Carsely. Allí vive, tiene amistades, personas que no le caen bien y James, coronel retirado y su vecino, con quien estuvo a punto de casarse pero la boda se frustró por un acontecimiento inesperado.
En esta ocasión, James se ha marchado a Chipre, y Agatha viaja hasta allí para intentar convencerle y enamorarle. Pero el asesinato de una turista inglesa excéntrica pone patas arriba los intentos de Agatha con James.
Como las anteriores novelas de esta serie, es una obra muy entretenida, con intriga, algún toque divertido por las situaciones que se crean y por el carácter de Agatha, aunque también tiene su punto de mal humor.
James y ella no tienen más remedio que colaborar en la investigación que llevan a cabo, exasperando a la Policía de Chipre y al sargento de la policía de Carsely, Bill Wong, un joven que ha hecho una gran amistad con Agatha, y que ayuda y controla desde allí a esta intrépida mujer para que no se meta en más líos de los que se mete.
Un "cozy crimen" fácil, entretenido y rápido de leer. Aunque forma parte de una serie, cada una de las novelas es autoconclusiva. Para pasar un rato entretenido.