Reseña
Esta es la segunda novela que leo de este escritor y periodista alemán. Y me ha mantenido en vilo de principio a fin. Con una narrativa muy ágil, capítulos cortos, llena de giros y una trama muy original, el lector se mete en la historia aunque no quiera.
Hannah Herbst es una gran experta en reconocer las señales secretas del cuerpo, y colabora con la policía para atrapar a los delincuentes. Ella analiza gestos prácticamente indetectables y sabe si el sospechoso miente o dice la verdad.
Pero después de una operación, Hannah ha perdido la memoria. Y el caso que tiene que analizar es terrible: en un vídeo, una asesina admite su culpabilidad. Lo más terrible es que esa culpable es ella misma.
Este thriller psicológico, con intriga, mucha tensión y con un ambiente realmente angustioso y claustrofóbico, hace que no puedas dejar de leer desde el comienzo de la novela. Es un caso tan extrañamente terrible y absorbente que no puedes ni imaginar lo que está sufriendo la protagonista. El final es sorprendente.
Ahí os lo dejo. Muy recomendable su lectura.