Reseña
Cuando veo una novela con una portada en la que se habla de libros, librerías, bibliotecas... siempre me llama la atención. Porque la mayoría de ellas cuentan historias de pequeñas librerías en lugares con encanto y con personas que recomiendan libros y lecturas con su corazón. Y es lo que ocurre en esta novela de Éric de Kermel.
La protagonista de esta novela es Nathalie, que se traslada con su marido a vivir a una pequeña localidad del sur de Francia. En la plaza principal de Uzès había una pequeña librería que estaba en venta, y Nathalie no se lo pensó mucho. Se puso manos a la obra y su librería pronto se convirtió en un lugar para encontrar joyas literarias, libros para sanar los corazones o las mentes o charlar un rato con esa librera que da unos buenos consejos.
Cada capítulo nos cuenta una historia referida a un cliente de la librería, cuyo nombre lo encabeza. Así, pasan por la librería personas de diferentes edades, mujeres, hombres, niños... y todos encuentran un tesoro en la tienda.
La novela está llena de referencias a obras de la literatura de todos los tiempos, así como citas de autores de lo más variados.
Es una delicia de lectura con la que he disfrutado muchísimo y que os recomiendo sin dudarlo.