

Reseña
Este es el álbum n.º 41 de la serie Astérix el Galo, personajes que forman parte de la vida de muchos de nosotros. Recuerdo cuando de niña leía estas aventuras que me hacían reír, a la vez que aprendía un poco de Historia de manera divertida...
En esta ocasión llega a la aldea un personaje desconocido que procede de Lusitania, territorio que también es parte del Imperio romano. Y solicita la ayuda a Astérix y Obélix, quienes junto con el perrito Ideafix viajan hasta allí para solucionar un problema que tiene con los romanos, con Julio César al mando.
Es un álbum que, en cuanto a la trama y a la diversión que existía en los anteriores publicados por los creadores originales, no tiene nada que ver. Le falta algo, esa "chispa" característica que tenían las aventuras de Astérix y sus amigos y que me provocaban verdaderas carcajadas.
La aventura que nos cuentan los autores me ha parecido bastante sosa, la aldea gala apenas tiene protagonismo y ver a los legionarios romanos volar por los aires impulsados por la fuerza de Obélix casi ha desaparecido. Un cómic lleno de críticas a los males de nuestra época, como el turismo y el comercio, pero que no he llegado a disfrutar con su lectura.
Sinopsis
Una hermosa mañana de primavera, un desconocido llega al pueblo. Viene de Lusitania, esa tierra soleada situada al oeste de Hispania que también está bajo el dominio de Roma. Un antiguo esclavo que ya conocimos en La Residencia de los Dioses acude a nuestros irreductibles galos en busca de los poderosos efectos de su poción mágica. ¡Para Astérix y Obélix comienza una nueva aventura!